Hoy vamos a explicar cuáles son y en qué consisten las técnicas de impresión tradicionales que se utilizan en nuestro sector, o sea, para los productos plásticos fabricados a partir de láminas u hojas de vinilo, polipropileno etc y destinados a protección y presentación de libros y documentos, packaging, publicidad y PLV, etc.
No hablaremos de las técnicas de impresión de plástico que no se utilizan en nuestro sector.
Este no es un artículo para técnicos avanzados, sino información general para un público más amplio.
Grabado en relieve
Consiste en presionar el plástico con un molde metálico o “cliché” y por medio de calor o de alta frecuencia transferir al plástico la forma del molde. La transferencia, lógicamente, es “en espejo”, es decir, que entre el molde y la impresión se invierten los sentidos izquierda-derecha y realce-rebaje.
Normalmente el relieve es sin aporte de color (se puede hacer un grabado con relieve y color, pero en la mayoría de los casos esto supone 2 operaciones independientes).
Apropiado para: Es una opción elegante para logotipos y también muy discreta para marcaje de códigos, símbolos de reciclaje, etc. Suele ser muy económica, incluso sin coste adicional en algunos casos.
Limitaciones: Solo es válido para trasladar diseños basado en “colores planos”, es decir uniformes, sin gradaciones, sombras o tramas de ningún tipo (por ejemplo, una letra o un dibujo azul, tiene el mismo tono azul, macizo y uniforme, en toda su superficie)
Termoimpresión
También se utiliza un “cliché”, pero en este caso solo se transfiere su plano frontal, no las partes rebajadas. Entre el cliché y el plástico se interpone una película del color que queremos imprimir. El cliché está caliente y al presionar el plástico a través de la película, el pigmento de ésta se transfiere al plástico con el diseño frontal del cliché.
La termoimpresión se utiliza para imprimir logotipos o diseños a un solo color, ya que la impresión en varios colores está limitada a casos muy concretos.
Apropiada para: Para cualquier impresión a un solo color de diseños de “colores planos”, pero donde es imbatible es cuando se trata de imprimir en oro, plata o cualquier color metalizado, ya que el efecto metálico que se consigue, ya sea brillo o mate, es perfecto y ninguna otra técnica se le acerca. La termoimpresión suele, además, ser una opción económica.
Limitaciones: solo sirve para “colores planos” ¹, y además no se puede imprimir cualquier color Pantone®, sino que hay que elegir entre una cantidad limitada de películas disponibles.
¹ Existe la posibilidad de que la película, en vez de un color uniforme, sea el soporte de diseños preimpresos multicolor, incluso fotografías, que por medio de un cliché completamente plano se transfieren al plástico. El inconveniente de este “termo-transfer” es que requiere de tiradas enormes, por lo que queda reservado a productos de grandes series.
Serigrafía
En una malla de nylon llamada “pantalla”, se imprime el diseño en negativo, de forma que en las zonas que queremos imprimir, la malla es permeable y en el resto de su superficie es impermeable. Se pone la tinta sobre la pantalla, se apoya ésta sobre el plástico y se recorre toda su superficie presionando con una rasqueta, con lo que la tinta traspasa la malla por sus zonas permeables, quedando impresa en el plástico. Lógicamente, cada color a imprimir requiere una pantalla distinta, y los colores, por tanto, se aplican uno a uno, secuencialmente.
Apropiada para: Diseños de uno o varios colores, que se pueden elegir libremente (cualquier Pantone). La impresión por serigrafía es de una gran viveza.
La capa de tinta que aplica la serigrafía es mucho más gruesa que las de offset o digital, lo que la hace superior a éstas en 2 aspectos: (1) los colores cubren mucho, lo que permite imprimir colores claros sobre fondos oscuros e imprimir colores directos sobre materiales transparentes, y (2) su resistencia al desgaste por rozamiento es mayor.
Limitaciones: hoy en día es solo para “colores planos”, pues aunque las gradaciones, sombras etc. son posibles, el resultado es mediocre comparado con la impresión digital o el offset. Estas técnicas superan también claramente a la serigrafía en precisión de ajuste entre las partes del diseño que van en distintos colores. Y, por último, las tintas convencionales de serigrafía tienen tendencia a “reactivarse” en condiciones de presión y calor, con lo que los productos serigrafiados pueden manchar o transferir tinta a otros productos con los que estén en contacto (esto no ocurre con las tintas UVI)
En la próxima entrada (la semana que viene) hablaremos sobre digital y offset.
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